Un accesorio de cocina diseñado para sostener platos de diferentes tamaños de manera segura y estable. Con un grosor de solo 2 cm, este portaplato tiene un perfil delgado que lo hace ideal para ahorrar espacio en la cocina y almacenarlo fácilmente cuando no esté en uso. La parte superior del portaplato está diseñada con una textura o recubrimiento antideslizante para evitar que los platos se deslicen o se muevan mientras están colocados sobre él. El polipropileno utilizado en la fabricación de este portaplato proporciona resistencia al calor, lo que significa que puede colocarse en contacto directo con platos calientes sin deformarse ni dañarse. El polipropileno es un material fácil de limpiar y resistente a las manchas, lo que facilita la limpieza del portaplato con agua y jabón o en el lavavajillas. La combinación de polipropileno y carbonato de calcio proporciona una estructura resistente y duradera que puede soportar el peso de varios platos sin deformarse.