Es un objeto que se utiliza para embellecer y adornar un espacio interior o exterior. Pueden variar en tamaño, forma, material y estilo para adaptarse a diferentes preferencias estéticas y necesidades de diseño. Estas figuras pueden tener propósitos diversos, desde añadir un toque de estilo y personalidad a una habitación hasta servir como punto focal en una decoración temática específica. La elección de una figura decorativa puede depender del estilo de decoración de un espacio, ya sea clásico, moderno, rústico, minimalista o ecléctico. Además, su ubicación y disposición en el entorno también son importantes para lograr el efecto deseado en el diseño interior o exterior.